Las actividades de una consultora han evolucionado enormemente con la llegada de la Gig Economy. En este nuevo contexto socioeconómico, la hiperespecialización se ha convertido en la manera más eficaz de aportar valor a las compañías, alejándose de estructuras empresariales tradicionales.
La Gig Economy se caracteriza por fomentar el trabajo por proyectos, con profesionales independientes que trabajan para diferentes compañías de forma alterna o simultánea. También ocurre así en la consultoría, donde las grandes estructuras de empresa están desapareciendo para dar paso a ecosistemas de consultores independientes.
La aparición de la consultoría digital, más centrada en la consultoría para PYMEs que la tradicional, también es sintomática de esta nueva era. Las consultoras comienzan a adaptarse y ofrecer servicios más completos y adaptables a diferentes compañías, independientemente de su tamaño.
Enfrentarse a los retos en la creación de PYMEs ya no es algo que tenga que hacer el emprendedor por su cuenta, sino que puede encontrar en los consultores aliados imprescindibles e hiperespecializados en problemáticas específicas de su sector.
El consultor en la Gig Economy

Una de las claves de las nuevas actividades de una consultora es el cambio del papel del consultor. Aunque todavía no todas las consultoras se han adaptado a esta nueva realidad, la mejora en la calidad y el precio de los servicios de estos profesionales hacen que sea un camino sin retorno.
Tradicionalmente, el consultor dependía de una gran consultora que le asignaba una serie de proyectos según su perfil. En este caso, hablamos de consultores en plantilla, por lo que cuando entraba un nuevo proyecto había que buscar entre aquellos profesionales que no tenían proyecto asignado, para que mantenerlos contratados fuese rentable.
Esto tenía una ventaja, y es que los consultores aprendían a adaptarse a diferentes proyectos, pero también un gran inconveniente, y es que la empresa cliente no siempre podía contar con el mejor profesional posible o, al menos, con un profesional realmente especializado en su problema.
Con la llegada de los consultores independientes esto comienza a cambiar. Ahora no son consultores en plantilla, sino que se asocian en plataformas como Connecting Visions y solo trabajan con clientes escogidos de su especialidad.
Al no tener que sostener una estructura de empresa, el coste es más bajo y al contar con un ecosistema amplio de consultores, se puede acceder al que más se adapte al reto del cliente.
Por lo demás, las actividades del consultor siguen siendo las mismas: diagnosticar problemas, definir soluciones y mejoras, establecer metas y trazar un camino para alcanzar estas metas.
Nuevas actividades de consultoría

La Cuarta Revolución Industrial, en la que estamos inmersos, está transformando por completo las empresas. La innovación se aplica a todos los departamentos: marketing, finanzas, recursos humanos, experiencia de cliente, etc.
A continuación veremos más detalladamente cuáles son esas nuevas actividades y proyectos más demandados en el marco de la Gig Economy. Es decir, proyectos con consultores independientes y por un periodo determinado de tiempo.
Innovación y digitalización

La selección e implementación de CRM y la selección e implementación de ERP son las dos soluciones más habituales en este campo. Si sabemos cómo funciona un ERP o buscamos hacer marketing relacional, estas dos herramientas suponen una transformación completa de los procesos de la compañía.
Multitud de procesos que se hacían de manera manual pasarán a poder automatizarse, pudiendo unificar procedimientos entre sedes diferentes, incluso si se encuentran en diferentes países.
Si nuestro objetivo es este, también podemos optar por un plan de digitalización de procesos más completo, que incluirá todas las herramientas necesarias para automatizar al máximo el funcionamiento de la empresa.
Por otra parte, el diagnóstico y plan de sistemas se centra en el apartado TI de arquitectura de sistemas, generando un plan completo a tres años con el que transformar por completo los sistemas de la compañía y adaptarlas al nuevo ecosistema tecnológico.
También es muy importante el Plan Director de Seguridad con el que proteger la empresa frente a hackers, malware o phishing. Con una apuesta por la digitalización, también hay que hacer frente a los riesgos de seguridad que supone digitalizarse.
Sostenibilidad

La sostenibilidad es otra de las patas fundamentales de las nuevas actividades de la consultoría. La emergencia climática está haciendo que las empresas tengan que transformarse y adaptarse, tanto como estrategia de responsabilidad social corporativa como para poder acceder a ayudas y subvenciones públicas.
Lo habitual es comenzar con un diagnóstico de sostenibilidad, con el que poder ver cuál es la situación de partida. Este diagnóstico incluye un plan estratégico para poder ir aplicando mejoras y cumplir objetivos.
Otra manera de hacerlo es con la evaluación de matriz de doble materialidad que identifica los impactos más relevantes de la organización en la economía, la sociedad y el medio ambiente, analizando desde una doble perspectiva medioambiental y social, y financiera.
Tras esta evaluación se puede hacer una memoria de sostenibilidad priorizando aquellos aspectos más importantes para los principales grupos de interés.
Además, no podemos olvidar certificaciones como B Corp o el cálculo de la huella de carbono si buscamos responder a necesidades aún más específicas. La sostenibilidad será el lugar en el que las empresas se jugarán la competitividad en el próximo lustro, por lo que estar preparados es indispensable.
Datos e Inteligencia de negocio

Los datos ya no son el futuro, sino el presente. Saber analizar grandes cantidades de datos y utilizar la inteligencia de negocio para sacarles el máximo partido y cumplir objetivos es otro de los aspectos fundamentales en los que nos podemos apoyar en las nuevas actividades de una consultora.
En ese sentido, una de las necesidades más apremiantes que tienen las organizaciones tiene que ver con la implementación de cuadros de mando de Business Intelligence. Se trata de un proyecto rápido en el que se crean cuadros de mando en herramientas de Business Intelligence con diferentes tipos de KPIs que permiten tomar decisiones inteligentes y basadas en datos.
Otro aspecto muy útil para cualquier empresa es la optimización del pricing y los márgenes. Gracias a un benchmark detallado con los precios de los competidores y un estudio exhaustivo de tus precios, incluyendo modelos predictivos, se puede saber cómo podemos ser más competitivos y mejorar los márgenes de beneficio.
Muchas veces, lo que se requiere es algo más sencillo. Simplemente una mejora y optimización del modelo de gestión y control de costes puede suponer un cambio sustancial en los resultados.
Experiencia de cliente

Poner al cliente en el centro es otra característica de la Gig Economy, por lo que vemos cada vez más actividades centradas en este tipo de soluciones.
La definición e implementación de un modelo de voz del cliente es el primer paso. Con este modelo se pueden transformar los puntos de dolor en su relación con la empresa en “momentos wow”, pasando a ser parte de su valor competitivo.
El objetivo es la mejora de la experiencia de cliente, identificando las diferencias entre lo que se desea obtener y lo que realmente se obtiene. Para ello, hay que tener en cuenta todas las fases de relación, tanto en el apartado presencial como online. Trabajar en este gap permitirá convertir clientes en fans, mejorando todo su customer journey.
En lo específico, una de las soluciones más demandadas es el desarrollo de un portal de cliente con área privada en la que se puede tratar con el cliente de manera más personal e individualizada. Estos portales se pueden integrar con CRMs, ERPs o páginas web para hacer más fácil la comunicación con el cliente.
De hecho, la implementación de CRMs también se suele integrar en este apartado, ya que supone la manera más efectiva de controlar los flujos de información hacia el cliente.
Ventajas de contar con una consultora

Más allá de mencionar las nuevas actividades de una consultora, debemos tener en cuenta cuáles son sus ventajas.
Quizá lo más importante es que ofrecen objetividad e imparcialidad. Esto permite análisis más certeros y soporte imparcial en procesos complejos como pueden ser las reestructuraciones o la digitalización de empresas.
De esta manera se evita también que la cultura de la empresa o las opiniones de los miembros más influyentes tengan un peso importante en la toma de decisiones. En las empresas familiares y de tamaño más pequeño suele ser crucial.
Por supuesto, no podemos olvidarnos del coste. Es más económico contar con consultores independientes que tener a profesionales especializados en plantilla. Especialmente si lo que buscamos es solucionar un problema concreto.
Gracias a las actividades de una consultora se puede obtener asesoramiento y un enfoque en especialidades que no existen en la organización, desde aspectos de estrategia para empresas a habilidades financieras.
Tampoco nos podemos olvidar de lo importante que puede ser para procesos de diversificación y de deslocalización, así como para acceder a nuevos mercados. Un consultor especializado podrá ofrecer esa experiencia necesaria para tener éxito en empresas tan complejas como esas.
Con Connecting Visions podrás acceder a los mejores consultores independientes. Solo tienes que contarnos tu reto y nosotros te seleccionamos las mejores opciones entre profesionales especializados para que puedas elegir.