La gestión del talento es imprescindible en cualquier organización del siglo XXI. El concepto, de hecho, nació casi al empezar el siglo. Fue David Watkins quién acuñó y publicó el término en inglés, talent management, en un artículo en 1998.
Desde entonces, se ha popularizado y convertido en una de las herramientas más importantes para obtener una ventaja competitiva en el mercado. Una empresa es tan buena como los empleados que forman parte de ella, pero para ello los empleados deben estar en el lugar correcto.
La gestión de los trabajadores permite un mayor rendimiento y mejores resultados al final del ejercicio. Y es que no solo hay que saber cómo gestionar la relación con los clientes, sino que también hay que saber como gestionarla con los propios empleados.
Un empleado satisfecho y motivado trabajará mejor y tendrá una mayor lealtad hacia la empresa. Habrá más posibilidades que se quede en la misma más tiempo y podrá exprimir al máximo sus capacidades.
Por el contrario, en las empresas es las que no se trabaja la gestión del talento los resultados son mucho peores. Las tasas de rotación aumentan y, sobre todo, es más complicados que los empleados alcancen su máximo potencial.
¿Qué es la gestión del talento?

La gestión de talento o talent management es una disciplina que busca optimizar el capital humano de una empresa. Para ello trata de mejorar los procesos de reclutamiento, pero también el desarrollo de liderazgo, la planificación de recursos humanos o la gestión del desempeño.
El objetivo de la gestión del talento es que los miembros de una organización estén comprometidas con la misma, teniendo todo lo que puedan necesitan para poder desarrollarse profesionalmente y estar satisfechos con su carrera.
Para ello, se trabaja desde la gestión de equipos, desde el liderazgo y el reclutamiento. Debe haber un equilibrio entre el talento que entra, el talento que ya existe y la coordinación dentro de la empresa.
Para llevar a cabo una buena gestión de talento hay que practicar la escucha activa y hacer que los empleados sean parte del proceso. El feedback de empleado o la voz de empleado son dos elementos imprescindibles si buscamos mejorar la situación.
Aspectos de la gestión del talento

Dentro de la gestión del talento, podemos trabajar por separado diferentes aspectos. La unión de estas pequeñas partes hará que el resultado sea lo más elevado posible.
Como pasa con la experiencia de cliente, la gestión de talento es una disciplina transversal. Es decir, no se trata de una responsabilidad única del departamento de Recursos Humanos, sino que se debe trabajar en conjunto por toda la organización.
Por ello, todos los departamentos deben estar coordinados por una figura experta que puede ser un profesional independiente. La experiencia de empleado tiene, de hecho, gran importancia en la cultura empresarial, por lo que es importante que todos los actores de la organización estén implicados.
Cómo se vive en la empresa determinará también las posibilidades de desarrollo y satisfacción de sus miembros.
A continuación, vamos a desarrollar los aspectos más importantes de una buena gestión del talento.
Reclutamiento

La gestión del talento comienza en el reclutamiento. Históricamente, de hecho, era el aspecto al que se prestaba una mayor atención. Contratar al mejor personal posible era, en muchas ocasiones, el único trabajo al respecto que se realizaba.
Curiosamente, también los procesos de detección del talento han evolucionado. En la actualidad se ha evolucionado y ya no es tan importante la experiencia o las llamadas hard skills o conocimientos técnicos como otro tipo de habilidades más transversales.
Hablamos, por supuesto, de las soft skills o habilidades suaves, más relacionadas con la forma de ser y su forma de enfrentarse al trabajo, el aprendizaje o los problemas que al conocimiento en sí mismo.
En un mundo que evoluciona con gran rapidez, tiene sentido. Saber utilizar un software concreto o escribir un lenguaje de programación, por ejemplo, no es tan relevante como tener la capacidad de aprender nuevos, ya que cada nueva herramienta se vuelve obsoleta con rapidez.
Igualmente, se busca detectar el talento de forma continua. Ya no se trata de buscar cubrir una necesidad cuando se produzca, sino que para agilizar su cobertura puede haber procesos abiertos durante todo el año.
Tener un buen employer branding laboral va ayudar también a que esas vacantes se cubran más rápidamente. Cuánto mayor satisfacción del empleado haya, más fácil será que otras personas quieran trabajar en nuestra empresa.
Otro punto importante respecto al reclutamiento tiene que ver con la automatización de los procesos. Más allá del marketing automation, esto también se puede aplicar a la búsqueda de talento.
Para ello, se crean procesos con sistemas de puntuación y cuestiones clave o killer questions, que permite detectar las personas con las habilidades más interesantes en las primeras fases del reclutamiento. De esta manera, se impide que sesgos personales se impongan y que sea el talento el que hable por sí mismo.
Desarrollo de liderazgo

El liderazgo transformacional para la gestión del cambio también es fundamental en el desarrollo de esta disciplina.
Como hemos comentado anteriormente, las organizaciones del siglo XXI se están viendo afectadas por procesos de cambio continuo como no habían ocurrido en ningún otro momento de la historia.
El desarrollo de la Inteligencia Artificial y la automatización a la que también están influyendo el Internet de las Cosas, hace que las empresas tengan que cambiar a cada instante para adaptarse a las necesidades del mercado.
Estos cambios también se ven reflejados en las plantillas, que necesitan unos líderes que sepan guiarlos en esos momentos de transformación.
El liderazgo es, sin duda, uno de los puntos clave de la gestión del talento en la actualidad. Hay que ayudar (y formar) a que los empleados puedan funcionar bien como líderes ante sus equipos de trabajo.
Según un estudio de DDI, el 34% de los empleados piensan que su líder no es efectivo. Además, un 20% esgrime una mala relación con su jefe como la razón principal por la que cambió de trabajo. Respecto a las discusiones, un 30% afirma que su jefe no es constructivo cuando hay que hablar sobre un problema.
En la búsqueda de una mayor tasa de retención del talento, que los jefes sepan liderar se convierte en imprescindible. De lo contrario, un porcentaje importante de los trabajadores terminarán abandonando la empresa.
Planificación de recursos humanos

Por otra parte, hay que hablar de la planificación de recursos humanos. Más allá de encontrar el talento fuera de la empresa y que sean liderados de manera adecuada, cada empleado debe estar colocado en el lugar correcto para que el engranaje de la organización funcione.
Para ello, hacer un mapa de experiencia de empleado o Employee Journey Map es la mejor herramienta que se puede tener. En el mismo, el empleado debe tener un recorrido dentro de la empresa, que impida que se sienta estancado.
También la formación ocupa un papel fundamental en este apartado. Hoy en día, es imprescindible seguir formándose para poder estar actualizados. No solo es una manera de mantener la motivación del empleado, sino que también permite que este mejore dentro de la compañía y pueda asumir nuevos retos y oportunidades.
Igualmente, si en un momento dado decide abandonar la empresa, le permitirá partir de una posición más ventajosa. Por ello, la formación es un elemento que ayuda tanto a la empresa como el trabajador.
Por último, pero no menos importante, el departamento de recursos humanos debe realizar la escucha activa. Es decir, aprender de los trabajadores y sus necesidades y averiguar en qué lugares podrían aportar más.
Gestión del desempeño

Por último, hay que mencionar la gestión del desempeño. Se le llama así a la gestión de los resultados de los análisis del trabajo de los empleados, que se puede realizar mediante las encuestas de evaluación del desempeño.
Es importante combinar estas encuestas con la de satisfacción de empleado. De esta manera podemos tener en cuenta cuáles son los problemas que afectan al desempeño laboral.
Se trata de medir tanto el rendimiento como el potencial oculto que tengan los empleados. Este último aspecto es perfecto para conseguir una mayor motivación de la plantilla. Saber que van a poder desarrollarse profesionalmente en aquellos aspectos que más disfrutan y para lo que son más aptos es bueno para el trabajador y para la empresa.
El mercado de talento

La gestión del talento se va visto fuertemente influenciada por el llamado mercado de talento. Bajo esta denominación se sitúa uno de los pilares de la llamada gig economy.
Se trata de una estrategia centrada en la capacitación y desarrollo del empleado de la organización. Gracias a los medidores de evaluación del desempeño, la empresa puede saber cuáles son los empleados más productivos.
Estos empleados podrán escoger en primer lugar de entre los proyectos y asignaciones disponibles cuál se adaptan más a sus gustos y necesidades. De esta forma se premia al empleado pero también se mejoran los resultados.
La gestión del talento en las organizaciones

Un estudio de Hackett Group determinó en 2007 que las organizaciones que realizan estrategias de gestión del talento facturan de media un 15% más que sus competidores.
La retención del talento se ha demostrado crucial para bajar costes y tener una mayor efectividad. Hay que tener en cuenta que cuando un nuevo empleado llega a la empresa debe adaptarse a la misma y formarse para poder trabajar.
Por ello, que un empleado se vaya no se soluciona simplemente sustituyéndolo por otro, sino que un índice elevado de rotación es un fracaso.
La gestión del talento se ha convertido en uno de los elementos de moda en las organizaciones, gracias a los importantes resultados que permiten. Además, en la actualidad hay diferentes soluciones de software que se han especializado en esta disciplina.
Entre los tipos de CRM, podemos encontrar algunos que cuentan con módulos de gestión de empleado como Oracle, permitiendo controlar toda la información desde un único lugar.
Poner en marcha una estrategia de gestión de talento de la nada no es fácil. Por ello, muchas empresas están acudiendo a especialistas como Connecting Visions, que cuentan con expertos independientes que pueden poner en marcha el programa.
Una vez implementado, la empresa podrá gestionar el talento por sí misma de forma efectiva, mejorando sus resultados y haciendo que los empleados estén más satisfechos.