La fidelización se traduce en la lealtad de un cliente hacia nuestra empresa. Ofrecer un buen producto y que este sea de calidad, no se traduce hoy en día en la fidelización de este.
Que un cliente sea fiel a nuestra marca, solo lo conseguiremos proporcionándole nuestra confianza y lealtad.
Dentro del mundo del marketing, este concepto es muy importante para empresas que están orientadas al cliente a largo plazo. En la práctica se traduce en que el cliente nos recomiende.
¿Por qué la satisfacción y la fidelización no van siempre de la mano?
Que el cliente esté satisfecho con nosotros no tiene por qué representar que este sea fiel a nuestra marca.
Que un cliente nos elija a nosotros oa nuestra competencia viene dado por una serie de factores, y se trata de que a través de la fidelización de estos factores nos aporten más que resten.
Lo que se busca es qué a través de diferentes estrategias hagamos que nuestro cliente se sienta bien atendido, siempre buscando un punto entre el cuidado excesivo y el descuido total, es decir, buscar un equilibrio.
Una buena estrategia de fidelización siempre busca satisfacer las necesidades del cliente, siempre y cuando esto sea posible, tratando de entender en todo momento al mismo.
¿Por qué es importante fidelizar a nuestros clientes?
La importancia de la fidelización no es únicamente el número de clientes potenciales que obtengamos sino, también, la capacidad que tengamos para retenerlos.
Además, debemos destacar que para nosotros será más barato retener un cliente que captarlo. La tasa de retención nos ayuda a saber en qué punto estamos.
A través de la fidelización , nos va a permitir crecer nuestro negocio y mantener un flujo constante de ingresos ayudando a nuestra empresa a sobrevivir.
También, nos podemos apoyar en programas de fidelización con las que conseguiremos reorientar nuestro negocio en función de lo que el cliente necesita.