Los principales retos en la creación de PYMEs empiezan una vez que la tenemos constituida. Puede que el proceso previo pueda parecer largo e incluso pesado, pero si contamos con una asesoría que se encargue de los trámites, no deja de ser un proceso rutinario y muy sencillo.
Una vez que empezamos a operar, es cuando la creación de PYMEs se vuelve más complicada. Ya no se trata de esperar un número de identificación, obtener el certificado electrónico o buscar una plantilla para crear tus estatutos sociales, ahora tenemos que pasar del trámite al apartado de inteligencia empresarial.
Hay diferentes retos financieros y de contabilidad, de recursos humanos, de marketing, estrategia, etc, que serán los que hagan que nuestra empresa funcione o, por el contrario, no salga adelante.
Hemos dividido los retos más importantes según su categoría para ver qué elementos tener en cuenta. Las condiciones para ser PYME más importantes radican también en la forma en la que enfrentarnos a nuestro futuro y nuestra existencia.
Saber si vamos a asumir esos retos del siglo XXI o, por el contrario, vamos a dejarnos llevar por la inercia. No es una cuestión baladí. La supervivencia de nuestra compañía está en juego.
Retos de estrategia empresarial

Definir la estrategia para empresa es el primer reto que se enfrenta una PYME tras su creación. Para ello, el primer paso es definir objetivos SMART a corto, medio y largo plazo. Estos objetivos se caracterizan por ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo.
Además, deben crearse de forma transversal en todos los departamentos. Al final se trata de optimizar los diferentes procesos empresariales y lograr una mejora en el funcionamiento.
Para ello, los objetivos deben estar muy claros. Por ejemplo, si trabajamos el social media para PYMEs, podemos marcarnos mejorar un 10% nuestro engagement en 3 meses. Si nos centramos en el departamento de ventas, mejorar un 20% las ventas frente al periodo anterior o, para el departamento de calidad, contar con un 30% menos de devoluciones y reclamaciones, por ejemplo.
Es muy importante que los objetivos estén acotados en el tiempo porque solo así sabremos si lo estamos consiguiendo. También tener desarrollo nuestro Business Analytics para poder analizar los resultados que estamos persiguiendo. Con una buena base de datos del CRM, podremos ir mejorando la data y establecer hipótesis más precisas para lograr dichos objetivos.
Contar con una consultoría para PYMEs suele ser de mucha ayuda para establecer la estrategia y definir las mejores acciones para conseguir nuestros objetivos.
No tener objetivos ni la estrategia para alcanzarlos definidos suele ser la principal razón por las que algunas PYMEs no logran sobrevivir en sus primeros años.
Retos financieros

Tampoco podemos dejar pasar los retos financieros o de contabilidad. La parte de números muchas veces parece la más fea o menos interesante, pero es la más crucial. Tu negocio necesita dinero para funcionar, tiene unos impuestos que pagar y unos gastos que deben estar claros.
Esto ya lo vemos claro antes de la creación de PYMEs con el capital necesario para la constitución de la empresa. Pero, después comienza el verdadero reto. Tener una planificación económica detallada, tanto a corto como a medio y largo plazo es fundamental.
Dentro del plan de negocio debe estar bien desarrollada todo este apartado económico, punto por punto. Además, es importante tener en cuenta posibles incidencias externas difíciles de prever. La pandemia del coronavirus nos ha enseñado que siempre hay que tener un plan B sino queremos terminar cerrando.
No podemos olvidar que más de doscientas mil empresas cerraron en España por los efectos de la pandemia.
Una de las claves que podemos manejar para enfrentarnos con éxito a los retos financieros es contratar a un CFO externo a tiempo parcial. Este profesional se encargará de diferentes funciones como el análisis y diagnóstico de las áreas de negocio y su rentabilidad, de los costes, la deuda, la proyección financiera o la elaboración de roadmaps financieros, entre otros.
Al ser un profesional independiente y a tiempo parcial, conseguiremos a un precio mucho más económico un perfil similar al que pueden tener empresas mucho más grandes, pudiendo competir de tú a tú en estos aspectos tan complejos.
Retos de recursos humanos

La gestión del talento y la experiencia de empleado es otro de los grandes retos de cualquier compañía que empieza. No es fácil encontrar a los mejores profesionales posibles, sobre todo si queremos que encajen con nuestra cultura corporativa.
En primer lugar, en plena Cuarta Revolución Industrial hay que adaptarse a las nuevas formas de trabajar. El trabajo por proyectos ya es un inevitable, especialmente combinado con nuevas metodologías como las ágiles, demostrando un claro ahorro de costes para las empresas, mayor rentabilidad y satisfacción del empleado.
Para ello, la gestión de equipos se vuelve fundamental. Hacen falta perfiles con liderazgo transformacional, que sepan dar a cada empleado lo que necesitan para sacar su máximo potencial.
A ello nos puede ayudar herramientas como el employee journey map, que permite crear un itinerario de formación y crecimiento para el personal. Este itinerario personalizado permite al trabajador sentirse valorado y, sobre todo, evitar el sentimiento de estancamiento que a veces se tiene en las pequeñas y medianas empresas y que impide la retención del talento.
Igualmente, mediante la evaluación del desempeño se puede controlar de forma efectiva que cada pieza en la empresa esté haciendo su trabajo, evitando los sesgos personales tan habituales en las PYMEs.
Necesitamos saber si hay alguien que no está trabajando como debería y si el trato vertical es el que se debe, ya que muchas veces estas problemáticas no se perciben desde la dirección.
Retos de marketing

En cualquier plan de digitalización de PYMEs los retos de marketing tienen un papel destacado. El marketing automation es una de las claves para las pequeñas y medianas empresas porque permite que toda la maquinaria siga funcionando aún cuando no estemos en nuestro puesto de trabajo. 24 horas y 365 días a la semana estaremos generando valor para la empresa.
Con la ayuda de nuestro módulo de CRM marketing podemos automatizar las comunicaciones y acciones para mejorar la relación con el cliente. Hay dos puntos fundamentales aquí: que nos conozca y que entienda nuestro valor diferencial.
Cerrar la estrategia y objetivos de marketing es fundamental para mejorar las ventas. Y mejorar las ventas es siempre el aspecto número uno que queremos conseguir cuando nos sentamos a ver qué podemos hacer tras haber creado una empresa.
Retos de sostenibilidad

Con la emergencia climática al acecho, tampoco nos podemos olvidar de los retos que nos convertirán en una empresa sostenible. A día de hoy, ser una empresa sostenible va más allá de tener un compromiso claro con el medio ambiente.
El que tenemos como empresa también se está reflejando en la legislación. Es, por tanto, más una obligación que un compromiso. Tanto en el aspecto medioambiental como el social y de ética laboral.
Aunque de momento las empresas más pequeñas aún no están obligadas a tener su plan de sostenibilidad, es interesante que comiencen a trabajar una estrategia de responsabilidad social corporativa para el futuro.
Contar con políticas de responsabilidad social corporativa claras no solo es una garantía respecto a los nuevos desarrollos legislativos, sino que también supone una ventaja competitiva si optamos por mejorar nuestra eficiencia energética y ahorrar costes.
En un momento en el que el Net Zero y la compensación de las emisiones de carbono van camino de convertirse en un estándar, introducirlo dentro de nuestra estrategia nos ayudará a ganar tiempo y evitar que los plazos se nos echen encima.
Retos de experiencia de cliente

Por último, no nos podemos olvidar de los retos relacionados con la experiencia de cliente. Puede parecer algo menor y, sin embargo, es uno de los aspectos más claros en los que una PYME puede encontrar su valor diferencial.
Es complicado que una pequeña o mediana empresa pueda competir en precios con las empresas más grandes, pero, sin embargo, si que puede ofrecer una experiencia agradable para el consumidor. Para ello, es crucial escuchar la voz del cliente.
Con herramientas como el Service Blueprint, podremos definir las diferentes etapas del customer journey, ya sea físico o un customer journey digital. Una vez que tengamos las etapas y los arquetipos de clientes definidos, tocará crear diferentes estrategias para resolver los puntos de dolor.
Al ser una PYME es evidente que no podremos hacernos cargo de todo, pero mediante encuestas de satisfacción de clientes podemos probar y comprobar resultados. Muchas veces las soluciones son muy económicas y están delante de nuestros ojos.
Por ejemplo, en Disneyland World en Orlando (Florida) descubrieron que la gente odiaba sus colas del cuarto de baño. Para agilizarlas quitaron los espejos y las colas se redujeron enormemente. Algo que parecía dar un peor servicio (no tener espejos), terminó siendo percibido por los clientes como algo positivo porque tenían que esperar menos para ir al baño.
Además, supuso un pequeño ahorro de tiempo en mantenimiento y limpieza. Los espejos se manchan muy fácilmente y entrar en un baño con un espejo sucio da la sensación de que todo está sucio, aunque solo haya algunas salpicaduras en el mismo.
En Connecting Visions contamos con los mejores expertos independientes para ayudarte a resolver los grandes retos de tu PYME. Cuéntanos qué te preocupa y te diremos cómo ayudarte.